Tuvo una vida de inaceptación general
si no de rechazo, exceptuando a Valentín Iturralde, José Luis Pérez Nieto y yo
mismo, durante el periodo que duró mi relación con él (1957-1968).
Era el patito feo de tres hermanos.
Durante el curso 1957-58, padeció brevemente lo que hoy se llama mobbing, por
parte de sus compañeros de 1A (bajito, gordito y gafotas). Al suspender en 1ª
convocatoria la reválida de 4º, estuvo sometido al sistema pedagógico “la letra
con sangre entra” en la Academia San Lucas del Sr. Vigueras. Parece que el
sistema funcionaba, porque acabó sabiendo más latín que la media. A pesar de
esto y de que estaba interesado por la Historia, eligió la opción de Ciencias
porque sus amigos así lo hacían.
No fue aceptado como objeto de la
acción proselitista de las corrientes religiosas de la época, “hay que dirigir
los esfuerzos de captación a los líderes y a los que gozan de un estado
privilegiado en el plano intelectual o económico”.
En 1968 le perdí la pista hasta que en
el 2012, nos volvimos a encontrar en la Estación de Atocha dónde habíamos
quedado con Tinín Iturralde y Manolo Rincón para ir juntos a Villaviciosa de
Odón.
Estaba jubilado como funcionario del
Banco de España, padecía un enfisema pulmonar grave pero por fin había sido
aceptado plenamente. Vivía feliz con su pareja en Palazuelos de Eresma.
Descanse feliz en paz.
José Luis Cerdán Vallejo
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